SAN AMBROSIO DE
MILÁN
(Doctor y Padre de la Iglesia)
7 de diciembre
397 d.C.
Nació en Tréveris o en las Galias. Su padre era prefecto
de las Galias, después de la muerte de su padre, la familia
volvió a Roma. Hermano de santa Marcelina (que será
virgen consagrada por el papa san Liberio) y san Sátiro.
Ambrosio estudió Derecho y Retórica y siguió la
carrera jurídica. En el 373 fue nombrado prefecto consular de
las ciudades de Liguria y Emilia. En el año 374, se encontraba
en Milán, cuando el obispo Auxencio murió, y como buen
funcionario imperial, intentó evitar los desordenes que se
producían cuando la elección de un prelado, ya que
Auxencio era arriano, y el pueblo quería volver a la fe nicena.
Habló con tanta prudencia y sabiduría que a
petición unánime de la comunidad cristiana, fue elegido
para este cargo. Estaba tan asustado que proclamó su indignidad,
se confesó pecador e intentó incluso de huir, pero todo
fue inútil."Alejado de los tribunales y de la
administración pública -dirá el nuevo obispo- para
pasar al episcopado, he tenido que comenzar a enseñar aquello
que jamás había aprendido".
Fue ordenado sacerdote
el 7 de Diciembre del 374 (el día en que se celebra su fiesta).
Dejó su carrera de Derecho y sus cargos de gobernador civil de
la alta Italia y prefecto de Milán, para servir a la Iglesia
como obispo de Milán, teniendo en cuenta que para ello tuvo que
bautizarse, ya que era catecúmeno.
Después de
asimilar la teología escriturística, la tradición
de la Iglesia y de los Santos Padres, bajo la dirección del
erudito san Simpliciano: será su acción apostólica
la que asombrará al mundo. Como obispo y consejero de
emperadores (Valentiniano y Teodosio), defendió la fe con una
energía inflexible ante paganos y herejes, salvaguardó
los derechos de la Iglesia ante las intromisiones del poder y se
enfrentó al emperador Teodosio exigiéndole penitencia
pública por la bárbara matanza de Tesalónica antes
de admitirle en el templo.
Fue apóstol de
la caridad, distribuyó su patrimonio entre los pobres:
"más vale salvar a las almas que conservar el dinero". "La
Iglesia nunca gana cuando falta la caridad". Fue reformador
litúrgico (con sus himnos y sus sermones sacramentales como
medio de catequesis); reformador de almas; promotor y defensor (contra
el hereje Joviniano) de la virginidad: "Siempre ha sido propio de la
gracia sacerdotal echar la simiente de la castidad y excitar el amor de
la Virginidad" y con ello daba un nuevo status de libertad a la mujer.
También fue comentarista de las Escrituras (especialmente de los
textos del Antiguo Testamento y del evangelio de Lucas), en su
célebre obra el “Hexamerón”. Encontró las
tumbas de santos Gervasio y Protasio, así como de Nazario y
Celso. Mantuvo conversaciones con san Delfín y bautizó a
san Agustín, a su hijo Adeodato y a san Alipio; consagró
obispo a san Paulino de Nola. Dejó una huella indeleble en la
Iglesia de Milán. Construyó dos basílicas,
añadidas a las seis existentes, y dio origen a lo que luego fue
llamado rito ambrosiano. En el año 397, ya débil de
salud, dictó sus “Comentarios
al salmo 43”; y al llegar al versículo 24 escribió
sus últimas líneas: "Es duro arrastrar tanto tiempo y por
todas partes este cuerpo envuelto ya por las sombras de la muerte.
Levántate Señor. ¿Por qué duermes?
¿Quieres seguir rechazándome?... no tengo miedo a morir
porque tenemos un Señor bueno". Escribió tres libros: “Sobre
la Virginidad” (377),
escribió sus tratados “De
las Viudas” para
exhortarlas a la perpetua castidad; para el emperador Graciano
escribió “Sobre
la fe”, que es la refutación de la herejía arriana.
También escribió “Sobre María”.
Patrón de Milán y de Bolonia.
Nabot El Jezraelita
Textos de San Ambrosio