BEATO ZACARÍAS CUESTA CAMPO
1937 d.C.
15 de enero
Zacarías Cuesta Campo
era hijo de Basiliano Cuesta y Aquilina Campo y nació el 10 de junio
de 1916 en Villasidro. Su hermano Elpidio Cuesta aseguró de él
que «se quedó cojo a los cinco años. Mi madre se trataba
con don Valentín como si fuera de la familia, tanto que el mismo Palencia
la invitó a llevar a su hijo al Patronato de San José para
que aprendiera el oficio de sastre. En el Patronato aprendió música;
el director de la banda andaba con dos muletas y mi hermano con cachaba».
«Mi hermano era muy bueno; recuerdo que tenía mucha fuerza en
las manos, venía alguna vez a casa y los veranos se marchaba a Suances».
De su talante añade: «Mi hermano era serio y responsable y cuando
los chicos hacían rabiar a las chicas y se metían con ellas,
mi hermano siempre las defendía. Mi hermano era de buenos sentimientos,
como toda la familia. De niños íbamos al Rosario, y él
era simpático y alegre».
Su hermana Herminia recuerda de él que era «alto,
fuerte y cojo» y su otra hermana, Restituta, confiesa: «Mi hermano
y yo nos queríamos mucho» a la vez que le describe «siempre
cojo, con una pierna más delgada y en la que tenía mala circulación
y por los inviernos se le abría y le hacía llorar».
«No recuerdo cuándo marchó a Burgos –indica–;
yo fui a Madrid cuando tenía 14 años, pero él marchó
antes. En 1936 recibí una carta de mi hermano Zacarías y en
ella me decía que el maestro del Patronato [Modesto Maté] le
había enseñado el oficio de zapatero; le dijo que ya podía
ponerse a trabajar y que no fuera de vacaciones, pero que don Valentín
le había pedido insistentemente que fuera con él a Suances,
porque le hacía mucha falta su ayuda».
«La carta también decía que les habían
llamado del Comité de Torrelavega y decía “no sé para
qué nos querrán, no será para nada…” También
me decía que había unas familias de Madrid en Suances que me
iban a traer unas fotos suyas, pero no llegaron. En invierno de 1936 le escribí
yo una carta, y me fue devuelta por el cartero porque mi hermano se encontraba
“desaparecido”. Después me dijeron mis padres que Zacarías
había muerto. Mi hermano era muy fiel a don Valentín e incluso
estando en el Patronato se hacía responsable y evitaba las picardías
de los muchachos».
Otro de sus hermanos, Restituto, dice de él: «Mi
hermano era muy listo, muy observador y muy campechano. Cuando éramos
niños íbamos a misa y al Rosario y después mi madre
nos daba la propina. Yo oí comentar que a don Valentín lo mataron
porque unos niños le denunciaron por decir misa. Y que los que murieron
por él lo hicieron porque no quisieron abandonarle». Falleció
junto a Valentín Palencia y sus otros tres compañeros a la
edad de 20 años.