BEATA YOLANDA DE
POLONIA
11 de junio
1298 d.C.
Hija de
Bela IV de Hungría. Siendo muy joven se la confió a su
hermana mayor santa Cunegunda. Esposa de Boleslao duque de Kilishi en
Polonia. Madre de tres hijas muy religiosas. Su vida de piedad y su
entrega a los pobres, le permitieron hacerse terciaria franciscana.
Al quedarse viuda, en 1279, con la menor de sus hijas, se
retiró al monasterio de clarisas de Sandeck donde estaba su
hermana. Abadesa del monasterio de las clarisas de Gnesen o Gniezno, al
este de Poznan, donde huyó después de una
incursión bárbara. Era un convento fundado por su esposo
Boleslao. A pesar de ser la superiora, actuaba como si fuera inferior a
todas: practicó intensamente las virtudes cristianas y
religiosas, especialmente la humildad, la oración y la
meditación de la pasión de Cristo. Se dice inclusive que
tuvo revelaciones y apariciones de Jesús crucificado.
Supo conducir a sus cohermanas por la vida de las
más heroicas virtudes, precediéndolas en la
práctica de la penitencia y de la contemplación. Se dice
que tuvo éxtasis místicos. La soledad no le
impidió ocuparse de los pobres, a quienes daba alegremente
alimento y generosas ofrendas. En 1298 enfermó gravemente y
predijo la hora de su muerte. Fortalecida con los últimos
sacramentos, se durmió dulcemente en el Señor.
Tenía 63 años de edad. Aprobó su culto León
XII el 26 de septiembre de 1827.