BEATO VIVALDO DE SAN
GIMIGNANO
1 de mayo
1320 d.C.
Nació en San Gimignano. Provenía de la noble familia de
los Stricchi, en el seno de la cual, según afirma el historiador
Fray Mariano de Florencia, Vivaldo creció piadoso y
devoto. Era aún joven cuando oyó hablar de las
virtudes del párroco de Pichena, san Bartolo Buonpedoni, le
pidió acompañarle y ser su discípulo y servidor;
por indicación del beato Bartolo se hizo Terciario Franciscano.
Cuando el santo párroco cogió la lepra, Vivaldo le
cuidó durante 20 años hasta su muerte. Así
comenzó un apostolado caritativo no sólo para el santo
sacerdote, sino también para los demás leprosos.
Vivió como ermitaño en Boscotondo de
Camporena, cerca de Montaione, Toscana, donde llevo una vida de extrema
penitencia. De ahí en adelante el mundo no lo verá
más y será olvidado de todos. Su muerte fue
plácida y serena. Consumido por las penitencias, exhaló
serenamente su espíritu. Su sepulcro se convirtió en
centro de atracción de los fieles, que decían recibir
favores celestiales. San Pío X confirmó su culto el
13 de febrero de 1908.