BEATO VICENTE QUERALT LLORET
30 de noviembre
1936 d.C.
Fue alumno interno de las
Hijas de la Caridad de la calle Hostafranch, con otros tres hermanos, por
situación de orfandad. Desde la infancia conoció de cerca el
carisma vicenciano hacia el que sintió la vocación en su juventud.
Ordenado sacerdote como misionero de la Congregación
de la Misión, en 1919 fue destinado al Colegio apostólico y
estudiantado de Bellpuig (Lérida) donde permaneció tres años
dedicado a enseñar, tanto a estudiantes de la Congregación
como a los jóvenes del pueblo en la escuela nocturna. En 1922, tras
breve estancia en la Casa Provincial, fue enviado a Palma de Mallorca (Baleares)
donde se entregó con celo apostólico y constancia a las misiones
populares, la predicación en la ciudad, el fomento del asociacionismo
cristiano juvenil y a dirigir Ejercicios Espirituales. En 1933 fue destinado
a Barcelona para predicar misiones parroquiales y atender la pastoral rural
en varios pueblos de la provincia catalana. Gozaba del don de llevar las
almas a Cristo y dotado de grandes cualidades humanas y excelente formación,
sabía educar a los chicos del barrio. Con ellos organizó la
asociación de Hijos de María de La Milagrosa como Juventud
de San Vicente de Paúl y para ellos fundó la revista Ofrena.
En ella publicó algunasobras de literatura y composiciones musicales;
toda su obra destaca por su devoción a la Eucaristía, a la
Santísima Virgen y su gran celo misionero.
MARTIRIO: Todos los misioneros de su comunidad fueron
expulsados de su casa el 19-07-1936. Al día siguiente, los milicianos
de la FAI incendiaron la casa y el templo juntamente con la iglesia de La
Milagrosa y otras de la capital. Él se refugió en casa de unos
familiares. Al sentirse buscado y perseguido, cambió de domicilio
varias veces, pero al fin uno de los grupos de la FAI encargados del control
de la calle, lo localizaron en la casa de una bienhechora que lo había
acogido. Fue prendido al atardecer y seguidamente fusilado por la noche el
30-11-1936. Al día siguiente fue enterrado en una fosa común.
No se han encontrado sus restos.