BEATO VICENTE EUGENIO
BOSSILKOV
11 de noviembre
1952 d.C.
Nació en
Belene, Bulgaria, en el seno de una familia campesina católicos.
A los 11 años ingresó en el seminario pasionista de Ores,
y luego pasó al de Russe, lugar de residencia del prelado de
Nicópolis. Estudió humanidades e hizo el noviciado en
Bélgica. Estudió Filosofía en Holanda y
Teología, de nuevo, en Bélgica.
En 1924 regresó
a su patria y allí fue ordenado sacerdote en 1926. En 1927 lo
enviaron a Roma, donde estuvo cuatro año en el Pontificio
Instituto Oriental. Aquí se capacitó para tener una
relación con la iglesia ortodoxa, hablaba siete idiomas.
Destacó siempre su apertura al problema ecuménico, sobre
todo con los hermanos separados de Bulgaria. En sus predicaciones y en
sus celebraciones, éste fue un tema frecuente.
De nuevo en Bulgaria,
su obispo el pasionista holandés Theelen, lo toma como
secretario, nombrándolo párroco de la catedral.
Aquí estuvo dos años y después fue párroco
de Bardarski-Gheran, una extensa parroquia en plena vega del Danubio.
Creó con los niños un coro, jugaba al fútbol.
Aparte de su dedicación a los más pobres, mantuvo un
continuo contacto con el mundo de la cultura. Decía: “no
temáis molestarme; estoy aquí para servir a mis hermano”.
En 1947 fue nombrado
obispo de Nicópolis-Russe. Es el primer obispo búlgaro.
La situación no era buena, e intentó la
recristianización de su grey, preparándola para defender
la fe ante el régimen comunista. Creo misiones populares, donde
participó activamente. Con gran dificultad, consiguió un
pasaporte y pudo viajar a Roma, donde se entrevistó con
Pío XII.
La situación con el régimen comunista fue tremendo, de
manera que quisieron que jurara la "Lex Levitarum", todo esto le
creó muchos problemas. Se cerraron escuelas, se confiscaron los
bienes de la Iglesia. Fue arrestado en 1952, al mismo tiempo que otros
40 sacerdotes. El régimen estalinista de Sofía le
temía y le acusó de ser el “jefe de la
organización católica subversiva de espionaje”, y, por
eso, lo eliminó con “nocturnidad y alevosía”. Fue
fusilado en la misma cárcel de Sofía el 11 de Noviembre
de 1952, después de cuatro meses de dura prisión, de
atroces sufrimientos y torturas físicas y síquicas,
mantuvo siempre su coherencia y estaba preparado para el martirio. Todo
el mundo lo sabía, pero el gobierno ocultó su muerte
violenta y hasta 1975, no reconocieron su muerte.