BEATO VICENTE DE
L'AQUILA
7 de agosto
1504 d.C.
Nació en L’Aquila, en los Abruzzos. A los 14 años
ingresó en la Orden de los Hermanos Menores en el convento de
San Julián, fundado por el beato
Antonio de Stroncone, cerca de las puertas de la ciudad. Admitido al
noviciado y hecha la profesión de los votos perpetuos
pasó los primeros años de su vida conventual retirado en
una cabaña en el bosque del convento, que sólo abandonaba
para cumplir los oficios que le asignaban, especialmente el de
zapatero, quizás su profesión primera.
Era tanta su
aplicación a la oración, que Fray Marcos de Lisboa
dejó escrito acerca de él: “Vicente permanecía
abstraído y elevado en el aire y su cuerpo quedaba tan privado
de los sentidos como si estuviera muerto”. Los superiores al verlo tan
ejemplar, para apartarlo de la excesiva mortificación, lo
dedicaron a pedir limosna. Entre las personas que se inspiraron en su
santidad debemos recordar a la jovencita Mattia Ciccarelli, quien
después fue religiosa agustiniana en L’Aquila, con el nombre de
la beata sor Cristina Ciccarelli, y hoy es venerada en los altares con
el título de Beata.
Vicente fue enviado al
convento de Penne, luego por 10 años al de Sulmona; de
ahí regresó definitivamente a San Julián del
Aquila. Se relacionaron con él en busca de consejos el
príncipe de Capua, la reina Juana, segunda mujer de Fernando I y
hermana de Fernando el Católico, rey de España. Predijo
la corona real al duque de Calabria, primogénito de Fernando I
de Aragón.
Un mal que de tiempo atrás afligía a Vicente se iba
agravando cada vez más, hasta impedirle salir de su pobre celda.
El soportó todo con gran resignación y con la serenidad
de los Santos. La tarde del 7 de agosto de 1504 expiró
serenamente en el Señor, amorosamente asistido por sus
cohermanos. La beata Cristina Ciccarelli, desde su ventana vio
iluminarse el convento de San Julián con un gran esplendor y el
alma de su director espiritual volar al cielo acompañada de una
turba de ángeles. Tenía 69 años de edad. Fue
sepultado en la iglesia de San Julián junto al Aquila. Su cuerpo
incorrupto se conserva en una artística urna. Aprobó
su culto Pío VI el 19 de septiembre de 1787.