BEATA ULRICA NISCH
8 de mayo
1913 d.C.
Nació
en Oberdorf-Mittelbiberach, diócesis de Rottenburg-Stuttgart,
(Alemania). Se llamaba Franciszka. Un año después de su
nacimiento se casaron sus padres, y cuando tenía seis
años, se la llevaron a vivir con ellos (mientras tanto ella
había vivido con su abuela y una tía que la dieron una
profunda formación religiosa, unido a sentimientos de bondad y
cordialidad). La pobreza y su nacimiento ilegítimo marcaron su
vida. Era la mayor de 11 hermanos y tuvo que ayudar en las tareas
domésticas.
Después
de la escuela sirvió en varias casas, sea en Alemania como en
Suiza. En 1903 cayó enferma de una forma de erisipela y fue
hospitalizada en Rorschach donde conoció a las Hermanas de la
Caridad de la Santa Cruz de Ingenbohl, descubriendo así su
vocación religiosa. En 1904, ingresó en la casa
provincial en Hegne, cerca de Constanza, y tomó el nombre de
Ulrika. En 1907, emitió su profesión religiosa. Fue
enviada como ayudante de cocina al hospital de Bühl en
Mittelbaden, y luego como segunda cocinera a la casa de San
Vicente de Baden-Baden donde estará cuatro años hasta
1912. Su trabajo escondido en la cocina estaba acompañado de un
amor extraordinario al Crucifijo, al Sagrario y a sus hermanas de
comunidad; se dedicó a los servicios más escondidos y
desagradables. Cristo le concedió gracias particulares
místicas. Además su trabajo duro le mermaron las fuerzas
y enfermó de tuberculosis en 1912 que fue hospitalizada en el
hospital del Santa Isabel cerca de la casa de Hegne, a la edad de 31
años, donde murió.
Su
gran abnegación hacia los otros hizo que muriera sola, porque en
aquellos últimos momentos de lucidez había renunciado a
la asistencia de una hermana, a favor de otra religiosa. Se calcula que
unas 100.000 personas se acercan anualmente a rezar sobre su
tumba. Fue beatificada por San
Juan Pablo II el 1 de noviembre de 1987.