BEATO TOMÁS
WATKINSON
31 de mayo
1591 d.C.
En York, en
Inglaterra, beatos Roberto Thorpe, presbítero, y Tomás
Watkinson, que fueron condenados a muerte en tiempo de la reina Isabel
I, el primero por ser sacerdote y el segundo, padre de familia de edad
avanzada, por haber prestado muchas veces ayuda a los sacerdotes. Ambos
recibieron, a un mismo tiempo, la corona del martirio en el
patíbulo.
Tomás Watkinson nació en Menthorpe, en
el condado de York Era viudo, tenía hijos y era agricultor.
Llevaba una vida retirada y tenía ofrecida su casa a los
misioneros para que en ella pudieran hospedarse y celebrar la santa
misa. Era un católico piadoso y valeroso. Ya era un anciano
cuando sufrió el martirio.
El 18 de marzo de 1591 la policía registró su casa
y encontró en ella los vasos sagrados propios para la santa misa
y, además, localizó al P. Thorpe, motivo por el cual
ambos fueron arrestados y llevados ante el sanguinario Topcliffe, el
gran enemigo de la fe católica y buscador de sacerdotes. A ambos
se les aplicó el estatuto 27 de Isabel, que prohibía no
sólo entrar en Inglaterra a los sacerdotes ordenados en el
extranjero, sino también dar albergue a tales sacerdotes. Thorpe
declaró con toda claridad que la Reina no era la autoridad
suprema en materias religiosas sino que lo era el Papa, y Watkinson
reconoció haber auxiliado al sacerdote.
Llevados al lugar del suplicio en York, Thorpe se enfrentó a los
ministros anglicanos que querían atraerlo a su religión y
los calificó de doctores de una religión falsa. El juez
le quito la palabra y mandó que fuera enseguida ahorcado y
descuartizado. Watkinson fue requerido a pasarse al anglicanismo y
pedir perdón a la Reina por haber albergado a un traidor, a lo
que el mártir respondió que no había albergado a
un traidor sino a un ministro del Señor. Seguidamente fue
ahorcado. Era el 31 de mayo de 1591. Fueron beatificados el 22 de
noviembre de 1987 por el Papa Juan Pablo II.