BEATO TITO ZEMAN
1969 d.C.
8 de enero
Tito Zeman nació el 4 de enero 1915 en Vajnory,
cerca de Bratislava: es el primero de diez hijos. Cuando tenía
10 años, después de una infancia marcada con problemas de
salud, fue repentinamente curado con la intercesión de Nuestra
Señora de los Dolores. Ese día Tito le prometió,
en el secreto de su corazón, que sería “su hijo para
siempre”, dando a esa expresión una firme resolución de
ser consagrado. Al santuario nacional, el cual es dedicado a ella,
llegaron los hijos de Don Bosco, no mucho antes, en el año 1924.
Tito decidió hacerse un sacerdote salesiano. Por dos años
resistió la oposición de su familia (demasiado pobre para
poder pagar sus estudios), también del párroco local y
también el director de la misma casa de salesianos en
Šaštín, P. Jozef Bokor, quien lo consideraba muy joven, le
preguntó a Tito: “Aquí no tenemos ningunos tan
pequeños como tú. Qué haremos cuando
llorarás y querrás regresar con tu mamá?“. Pero
eso no confundió a Tito: respondió que su mamá
sería Nuestra Señora de los Dolores y convenció al
P. Bokor con estas palabras: “Haga lo que quiera, pero aceptéme
aquí”. Fue imposible hacerlo cambiar de opinión. A la
familia Tito le dijo: “Si muero, usarían el dinero para mi
funeral. Por favor, úsenlo para mis estudios”. La familia
entonces vendió un pequeño campo, además ayudaron
algunos benefactores y apoyaron a Tito durante los años de
estudios.
Entró al noviciado en el año 1931, profesaba
los primeros votos el 6 de agosto 1932 y los votos solemnes el 7 de
marzo 1938. Estudió teología en Italia, tanto en Roma
como en Chieri cerca de Turín. Recibió el sacramento de
orden sacerdotal el 23 de junio 1940 en Turín y cuando
regresó a la patria, los superiores le pidieron que estudiara
química y ciencias. Después enseñaba en diferentes
instiutos salesianos, mientras que en la pastoral apoyaba el clero
diocesano y también era capellán de una
congregación religiosa femenina. Hombre de fuerte voluntad,
salud firme, carácter humilde y discreto, alegre, capaz de crear
relaciones firmes de cooperación y amistad.
Pero el padre Tito Zeman es principalmente salesiano
sacerdote. Y por esto, cuando en el año 1946, después del
drama de la segunda guerra mundial y en duros años de la
transición que siguieron, la fuerza comunista que ya tomaba
raíces en la patria requería la eliminación de las
cruces de las clases en las escuelas, Tito, como un profesor en Trnava,
rehusó con algunos otros: pagó por eso con el despido,
pero recibía cartas y tarjetas postales de felicitaciones por
defender la cruz de Cristo. Unos años después
destacó con la misma disposición. En Eslovaquia, cada vez
más controlada por el régimen comunista, dónde la
Iglesia fue duramente perseguida: encarcelamiento forzado de los monjes
en los monasterios de concentración, pleitos construidos,
principalmente con obispos, separación de los monjes
jóvenes de sus superiores… Tito Zeman se hace responsable, con
otros a los que pertenece el padre Ernest Macák, por un acto
valiente, salvación de las vocaciones. El P. Ernest se
quedó en Eslovaquia, para ayudar a los que se quedaron,
recibía la renovación de los votos religiosos, animaba a
los jóvenes y no permitió que la esperanza les fuera
robada. El P. Tito ha pasado en secreto, tantos como fue posible, por
el río Morava y Austria a Italia, para que puedan acabar sus
estudios de teología y recibir el sacramento del orden
sacerdotal. La idea era prepararles para volver a la patria al momento
de la caída del régimen comunista.
Así Tito organizó tres pasajes: uno entre
agosto y septiembre de 1950; otro en octubre de 1950; y el
último en abril de 1951. En ese tiempo la actividad para salvar
las vocaciones salesianas creció en un canal por el que
trató de salvar también los sacerdotes diocesanos
perseguidos. Después de ser alentado a este acto por el Rector
Mayor de salesianos, don Pietro Ricaldone, a quién
encontró en Turín, y después de superar un momento
difícil de prueba personal de “noche oscura” en enero 1951 en
Linz, dónde esperó para condiciones convenientes para
regresar a la patria, fue Tito Zeman, junto con muchos otros, detenido
en abril 1951. Las acusaciones fueron: espionaje y alta
traición. El acusador pidió para él la pena
capital. Pero la reputación de Tito y la voluntad del
régimen de “no crear mártires” llevaron el cambio del
juicio para 25 años de encarcelamiento duro sin condiciones,
perdiendo los derechos civiles. Por trece años Tito
soportó la cárcel, fue gravemente torturado, burlado,
despreciado. Bratislava, Leopoldov, Ilava, Mírov, Valdice y
Jáchymov con su terrible “Torre de muerte“, dónde fue
fijado para deshechar manualmente el urano radioactivo, eso fueron los
lugares del calvario de Tito Zeman.
Su destino está cruzado con testimonios de fe de
muchos otros: beata hermana Zdenka Schelingová, siervo de Dios
Michal Buzalka, Ján Chryzostom Korec – después cardenal,
P. Alfonz Paulen, P. Ernest Macák (murió en el año
2016 con olor a santidad). Tito no luchó más que ellos:
pero con ellos y a su lado, de la manera específica que fue
necesaria.
En el año 1964 la régimen liberó Tito
condicionalmente, pero él siguió tormentado, seguido y al
final tratado como una persona experimental. Murió el 8 de enero
de 1969. Unos meses después, al revisar el juicio habían
caído como mentirosas las acusaciones deshonradas, que sirvieron
al régimen como instrumentos para la persecución. En el
año 1991 fue proclamado inocente, y también algunos de
sus persecutores en el fin de sus vidas convirtieron y se acercaron a
la Iglesia, aún pidieron (en algunos casos también en
público) perdón del mal que le habían hecho.