BEATO SCHETZELON
6 de agosto
1138 d.C.
Ermitaño que vivió en un bosque de Luxemburgo, sin techo
ni vestido, a la intemperie, confiando en Dios. Parece que san Bernardo
que estaba ocupado en la fundación del monasterio de Hemmerode
en la diócesis de Tréveris, al oir hablar de la santidad
de Escelino, envió a san Acardo, uno de sus monjes, para que lo
saludase de su parte y le pidiera sus oraciones ante la nueva
fundación. El encuentro de san Acardo con el santo
ermitaño fue muy fructífero. Según cuenta la
leyenda Acardo asistió a su santa y prodigiosa muerte, rodeada
de ángeles, y mandó trasladar su cuerpo en la iglesia de
Notre-Dame del castillo de Luxemburgo. En su tumba sucedieron muchos
milagros.
El
Martirologio belga distingue a San Scocelin, de otro ermitaño
llamado Gisilain que murió en Munster y que cuando el monasterio
fue destruido fue trasladado a Grunenwalde. En Luxemburgo se encuentra
una localidad que lleva el nombre de nuestro ermitaño llamada
Schetzelborg. En el pueblo de Slebusrode o Schelebusschrath (Colonia)
se honra a un santo de nombre Gezzelino o Gitzelon (muerto hacía
el 1141) que muchos hagiógrafos distinguen de nuestro
ermitaño. Muy venerado en el Gran Ducado de Luxemburgo que
celebra su festividad el 11 de agosto. Es celebrado también por
la Orden Cisterciense y Benedictina.