SAN WULFSTANO DE
WORCHESTER
20 de enero
1095 d.C.

Nació en
Ichtington, Warwickshire, Inglaterra. Estudió en las
abadías de Evesham y de Peterborough. Entró al servicio
del obispo de Worchester, quien lo ordenó presbítero
hacia el 1038. Deseando mayor perfección ingresó como
monje en Worchester, donde fue maestro del coro y prior del cabildo
catedralicio. Ocupó este cargo, edificando a todos con su
caridad y santidad de vida, y con la observancia estricta de la regla.
En el 1062, el rey San
Eduardo III “el Confesor” lo nombró obispo de Worchester;
trabajó con tanta inteligencia (aunque no era un hombre de
inteligencia especialmente dotada para el mando) que fue el
único obispo sajón que pudo conservar su sede
después de la conquista normanda de Guillermo el Conquistador.
Elredo de Rievaulx cuenta la leyenda de que Wulfstan fue llamado a
dejar su cargo, y que entonces él depositó su
báculo en la tumba de Eduardo el Confesor, en Westminster. El
báculo quedó inamovible, como signo del cielo, y eso hizo
que conservara su sede.
Durante su episcopado
(que duró 32 años), reconstruyó la catedral al
estilo sajón y visitó regularmente su diócesis.
Favoreció la instalación de los benedictinos en el
priorato de Great Malvern. Se dice que nunca pasó por delante de
una iglesia sin detenerse a orar ante el altar. Murió mientras
lavaba los pies a 12 pobres (lo que hacía a menudo). Fue oficialmente canonizado en 1203
por Inocencio III, y pertenece por tanto al grupo de las escasas
canonizaciones formales anteriores al establecimiento de la
Congregación de Ritos.