Nació
en Bretaña, en el seno de una familia acomodada (su padre,
Fracan, era un jefe bretón). Tuvieron que abandonar su
país cuando los romanos se marcharon y llegaron los sajones.
Winwaleo o Guennole se hizo monje bajo la dirección del abad san
Budock en la abadía de Lavret, venciendo las objeciones que le
ponía su padre, que no quería que su hijo se dedicara a
la vida religiosa.
Hacia el 493,
después de que residiese en Lavret algún tiempo, se
decidió a ir a Irlanda a ponerse bajo el gran san Patricio, pero
fue disuadido por un sueño en el que el santo se le
apareció prohibiéndole el viaje, pero a la vez le dijo
que pronto debería abandonar a san Budoc. De acuerdo con ello,
salió con once compañeros, y, después de un tiempo
pasado entre extraordinarias austeridades en la isla de Tibidi, en la
desembocadura del río Aven, finalmente se estableció en
Landevennec, donde fundó un monasterio en un promontorio rocoso
cerca de Brest de la que fue abad. Hizo que el rey de Cornualles,
estableciera una diócesis en Quimper.
Otros autores dicen
que llegó a la Armórica desde el País de Gales.
Hijo de santa Gwen y hermano de Santos Jacinto y Guetnoco.
Después de
su muerte, se atribuyeron a él muchos milagros. Su cuerpo fue
llevado a Flandes en época de las incursiones normandas. Las
reliquias se conservan en Montreuil-sur-Mer (donde hay una iglesia
dedicada a él bajo el nombre de San Walow), pero también
hay reliquias en San Pedro de Gante, y en otros lugares. Su tumba aun
estaba en la iglesia de Landevennec hasta principios del siglo XIX. La
Abadía de Landevennec se convirtió en benedictina en el
siglo IX, y estaba en manos de la Congregación de San Mauro,
hasta la supresión definitiva. Las fechas propias de san
Winwaleo son el 3 de marzo, y el de la traslación de sus
reliquias, el 28 de abril.