SAN WANDREGISILO
22 de julio
668 d.C.
Nació cerca de Verdún, en el seno de una noble familia
franca. Fue funcionario de alto nivel en el palacio del rey Dagoberto I
junto a otros siete futuros santos (Audoeno, Eloy...) A pesar de su
deseo de ser monje, fue nombrado conde del palacio y se casó
(hacia el 630, para ir en contra de la voluntad de sus padres), pero
después de una peregrinación a Roma, él y su mujer
decidieron ingresar como monjes.
Su vida monastica
comenzó en el monasterio di Montfaucon, durante el abadiato de
san Balderico. Distribuyó sus bienes entre los pobres, y
después de un tiempo, después de un sueño,
decidió marcharse a la abadía de Bobbio. Su
vida cenobítica pronto fue conocida por su rigor y
abnegación, llegando a recitar el Salterio,
en pleno invierno, inmerso en el agua gélida de un torrente para
así resistir la tentación.
Hacia el 635
decidió alejarse de Bobbio, donde su fama comenzaba a ser
demasiado grande, y marchó hacia Irlanda, pero decidió
quedarse en la región del Jura en la abadía de
Romainmôtier, donde vivió durante diez años.
En el 641,
Wandregisilo si trasladó a Rouen cuando su amigo, Audoeno, fue
nombrado obispo de la ciudad. Allí fue ordenado
presbítero por san Audomaro, obispo de Thérouanne.
Transcurrió los años siguientes en la
evangelización de la campiña cercana a Rouen, donde el
paganismo estaba todavía muy presente y enraízado en la
población.
A pesar de todo la
vocación de Wandregisilo lo empujaba continuamente hacia una
elección monástica. Se retiró al bosque de
Jumiéges, donde fundó, en el 649, la abadía
de Fontenelle, (que fue el gran centro misionero de la zona y ahora se
llama Saint-Wandrille-Rançon) y también una escuela de
artes y oficios. Pronto fue abad de una comunidad de más de 300
monjes. Su Orden monástica estaba fundada sobre “la
unión, la caridad y la humildad”. En el momento de su muerte
recomendó a sus monjes: “buscad la manera de que no haya nunca
confrontaciones entre vosotrosos”; “El Señor estará
siempre entre vosotros y será vuestro consuelo y ayuda en
vuestra necesidad”.
La regla de Wandregisilo desapareció y fue sustituida por la
benedictina. Algunos autores consideran que su regla fue la de San
Columbano. Fue
tío de san Godón y pariente de san Pipino de Landen.
Concedió el velo a Santa Bertilia.