Nació
en Milly en Gâtinais. Era capellán de corte. Fue abad de
la abadía benedictina de Fontenelle (Saint Wandrille), en
Normandía y luego recibió la sede episcopal de Sens
(693), que ocupó durante dos años y medio y
desempeñó sus deberes episcopales devotamente por dos
años y medio. Al cabo de ese breve tiempo renunció
solemnemente, movido por el deseo de trabajar entre los paganos frisios.
Se asoció
con el misionero inglés san Willibrordo para evangelizar durante
varios años a Frisia. Como preparación para sus trabajos
misionales, Wulfrano se retiró a la abadía de Fontenelle
y ahí obtuvo monjes que lo ayudaron en su misión.
Viajaron por mar y, después de desembarcar en Frieslandia
(actual provincia al norte de Países Bajos), tuvieron
éxito al convertir a gran número de gentes, incluyendo a
uno de los hijos del rey Radbod, y lucharon para arrancar a los nativos
de la práctica de los sacrificios humanos. Según la
leyenda habría salvado a un ahorcado y a dos niños a
quienes los paganos querían ahogar.
Después de
trabajar por varios años entre los frisios, San Vulfrano
volvió a Fontenelle, donde murió y fue enterrado cerca de
san Wandregisilo. Sus reliquias fueron trasladadas primero a Blandigny
y después a Abbeville, donde son veneradas aún.