SAN VITORINO DE AMITERNO
24 de julio
Es recordado en el Martirologio
Geronimino el 24 de julio con un latecolo un tanto confundido en los diferentes
códigos, pero cuya reconstrucción es muy fácil; de ella
aprendemos que el mártir fue enterrado y venerado en la Via Salaria,
a ochenta y tres millas de Roma, en la ciudad de Amiterno (hoy S.Vittorino).
El Martirologio Romano en cambio lo conmemora el 5 de septiembre;
pero esta fecha y las noticias relativas son arbitrarias, confusas y nacen
bajo la influencia de la literatura hagiográfica, pasadas a los martirologos
históricos y especialmente a los de Adonis. Así, se ha creado
una maraña de fechas, de noticias dispares y de parentesco en torno
a nuestro mártir; además de las dos fechas indicadas anteriormente,
Vittorino todavía se recuerda el 8 de enero y el 15 de abril, pero
con otras atribuciones.
En los legendarios pasajes de los santos Nereo y Achilleo, nuestro
Vittorino está asociado con los mártires Marone y Eutiche,
habría muerto "apud eum locum qui Cotilias appellatur", pero habría
sido enterrado en Amiterno.
En Vita SS.Victorini et Severini se confunde con V. ermitaño
en Piceno y se presenta como el hermano del obispo Severino di Septempeda
y obispo a su vez de Amiterno, pero no un mártir. Adonis, finalmente,
explotando las dos leyendas anteriores y aunque lo considera un mártir,
lo presentó como hermano de Severino, apóstol de Noricum y
sepultado en Nápoles.
Además de todo este lastre literario, solo queda válido
y seguro el latecolo del Geronimiano que certifica la existencia del mártir
Vittorino di Amiterno, confirmado también por los monumentos arqueológicos.
De hecho, las excavaciones llevadas a cabo por la Comisión de Arqueología
Sagrada en el cementerio de S. Vittorino, han sacado a la luz, en la cripta
donde estaba la tumba del mártir, algunas reliquias que permiten seguir
las posteriores obras de embellecimiento de la cripta, del siglo. IV a VII,
hasta la construcción de la basílica y el corpus. Entre estos
monumentos se destaca por su valor histórico una mesa de altar con
la siguiente inscripción datable al sec. V: "Iubente Deo Christo nuestro-sancto
martyri Victorino- Quodvultdeus epis (copus) de sua fecit". Desde Amiterno,
el culto a V. se extendió en el centro de Italia y en el sec. X sus
reliquias también fueron llevadas a Metz y colocadas en la iglesia
del monasterio de San Vicente.