SAN VIRGILIO DE ARLES
5 de marzo
610 d.C.
Originario de Aquitania, Francia. Fue monje en Lérins, abad del
monasterio San Honorato de Lerins. Cuenta la leyenda que una noche
estaba el santo paseándose en la playa cuando vio un
extraño navío cerca de la costa; sobre la cubierta,
trabajaban algunos marinos, quienes desembarcaron y vinieron al
encuentro de Virgilio. Le saludaron por su nombre, le dijeron que su
fama había llegado hasta el extranjero y le aseguraron que si
les acompañaba a Jerusalén, haría mucho bien a los
cristianos y alcanzaría un alto grado de perfección. Pero
Virgilio no se dejó engañar y, haciendo la señal
de la cruz, replicó: «Las mañas del enemigo no
pueden engañar a los soldados de Cristo y vosotros sois
totalmente impotentes contra los protegidos de Dios, porque la
oración ha arrojado al dragón de la Isla de San Honorato
y el demonio no tiene en ella ningún poder para hacer
mal». En cuanto el santo acabó de pronunciar estas
palabras, el navío y los marineros desaparecieron.
El nombre de san Virgilio no
figura en la lista de los abades de Lérins; en algunas
crónicas figura como un monje de Lérins que más
tarde llegó a ser abad del monasterio de Saint-Symphorien de
Autun, y durante una treintena de años, arzobispo de
Arlés.
El Papa San Gregorio
Magno le
tenía en tan gran estima que hizo de él su vicario para
toda la Galia. Como tal, le incumbió “reunir un concilio de doce
obispos de todos los lugares, donde se exponía cualquier disputa
relativa a la disciplina o la fe" y parece que ordenó a san
Agustíncomo obispo de Canterbury a petición del papa san
Gregorio Magno; los hospedó en su ciudad cuando marchaban a
evangelizar Inglaterra.
San Virgilio gobernó su diócesis con gran vigor; su celo
lo llevó demasiado lejos en una ocasión, pues san
Gregorio le reprendió por haber intentado convertir, por la
fuerza, a los judíos de su arquidiócesis y le
recomendó que se limitase a orar y predicar. San Virgilio
construyó varias iglesias en Arles y las tradiciones sobre su
vida dicen que gozó de dones taumatúrgicos. Fue sepultado
en la iglesia de San Salvador, que él mismo había
construido. Tiene culto local.