SAN VICENTE DE LERINS
24 de mayo
445 d.C.
Se cree que pertenecía a una noble familia de la Galia. Se dice
que en su juventud fue militar, pero parece que lo que realmente fue
era un joven mundano, que abandonó su vida turbulenta para
hacerse monje en el monasterio de Lérins, donde fue ordenado
presbítero. Se hizo religioso una vez "ahuyentados los vientos
de la vanidad y de la soberbia, aplacando a Dios con el sacrificio de
la humildad cristiana".
El monasterio de Lérins, acogió el magisterio de Casiano
que defendía el semipelagianismo, y Vicente destacó entre
los monjes que defendieron esta doctrina herética. Fue un hombre
muy docto y tuvo disputas teológicas con san Agustín de
Hipona, respecto al semipelagianismo que defendía que algunos
movimientos de la voluntad humana preceden a la gracia, por lo que la
fe no es un don de Dios, sino que depende de la voluntad humana, que
permaneciendo en el bien se llega a la perseverancia final. La Iglesia,
después de su muerte condenó su doctrina por caer en el
semipelagianismo, pero reconoció su buena fe y por ello no fue
condenado.
En el 434, escribió el "Commonitorium" bajo el
seudónimo de Peregrino, un manual de reglas de conducta para
alcanzar la perfección cristiana, pero que es conocido por su
doctrina del desarrollo externo del dogma; formula el principio
según el cual deben ser consideradas verdaderas aquellas
doctrinas que han sido creídas "en todos los sitios, siempre y
de todos los fieles" (quod ubique, quod semper, quod ab omnibus); a
esto se le ha llamado el "canon vicenciano"; y es también una
condena al nestorianismo. Sostuvo que el papel de la Iglesia era la de
guardiana de la correcta interpretación de las Escrituras, la
fuente primera de la doctrina cristiana. San Roberto Belarmino,
calificó su libro de "libro todo de oro".