SAN VIGBERTO
13 de agosto
747 d.C.
Natural de
Inglaterra. Despreciando el mundo desde su juventud, abrazó la
vida religiosa, y San Bonifacio le invitó a compartir con
él los trabajos de la evangelización de Germanía y
le nombró abad del monasterio de Fritzlar (a unos cinco
kilómetros de Cassel). Uno de los discípulos que tuvo
allí fue san Sturmio. Más tarde, Vigberto fue enviado a
Ohrdruf de Turingia, donde fundó varios monasterios y dio gran
ejemplo de observancia monástica.
Cuando tenía que viajar, no dirigía a nadie
la palabra en el camino y regresaba a su monasterio tan pronto como
podía. Su biógrafo alaba mucho las virtudes y milagros de
san Vigberto, pero nos habla poco de su vida. Antes de su muerte, San
Bonifacio le dio permiso de volver a Fritzlar, donde podía
prepararse más apaciblemente para el fin. El santo no
mitigó sus penitencias ni siquiera durante la última
enfermedad. Murió hacia el año 738. El año 780,
san Lulo transladó su cuerpo al monasterio de Hersfeld. No hay
que confundir a este Vigberto con el discípulo de San Egberto
del mismo nombre, que fue a evangelizar a los frisios a fines del siglo
VII.