SAN VENTURA DE
CITTÁ DE CASTELLO
1250 d.C.
7 de septiembre
Ventura era rector
de la iglesia de San Bartolomé cercana a la villa de
Centoía en Valdipetrina en el territorio de Città di
Castello (Perugia); era un sacerdote devoto y entregado a su
ministerio. Un día se tropezó en camino del bosque con un
hombre que, cortando leña blasfemaba horriblemente. Ventura lo
corrigió dulcemente, pero el hombre, enfurecido, mató al
sacerdote con un golpe de hacha en la cabeza, escondiendo
después el cuerpo ensangrentado debajo de un montón de
piedras.
Según la tradición que narran los
hagiógrafos, una paloma tocó con el pico la campana de la
iglesia del santo, haciéndola tocar a muerto, y después
voló hacia el montón de piedras, para después
regresar de nuevo a la iglesia. La gente del lugar, dándose
cuenta del suceso, se puso en busca de Ventura. El cuerpo del sacerdote
se encontró después de muchos días y fue sepultado
en la iglesia. Desde ese mismo instante la iglesia tomó el
nombre de San Ventura y fue meta de continuas peregrinaciones. Con el
tiempo su cuerpo fue trasladado a la iglesia del seminario de
Città di Castello y hay varias iniciativas proponiéndolo
como el “mártir antiblasfemo”. Tiene culto litúrgico y
popular.