SAN VEDASTO DE VERCELLI
7 de febrero
578 d.C.
Gobernó la diócesis de Vercelli en periodos turbulentos
por el cisma de la Iglesia y por las invasiones de los bávaros
que saquearon Vercelli. En esta ocasión Vedasto, consoló
a su pueblo ayudándoles materialmente y espiritualmente. Cuando
murió todos le lloraron como “la gloria de los sacerdotes, el
más digno de los obispos, el santo” (Massa). Fue sepultado en la
catedral de la ciudad.
Su nombre nunca se ha inscrito en el Martirologio
Romano, pero en la última edición de éste
último indica que es legítimo el culto de aquellos
“santos” y “beatos” cuyos títulos han sido reconocidos en los
calendarios y catálogos diocesanos.