SANTO TOMÁS
HYOJI ROKUZAYEMON NISHI
17 de noviembre
1634 d.C.
Tomás procedía
de Hirado, de padres que habían muerto mártires.
Recibió en Nagasaki una profunda educación para ser
catequista en el colegio de los jesuitas. Fue un catequista entregado
desde los 30 años y acompañó a los misioneros en
su labor apostólica. Como quería ser sacerdote se
marchó a Filipinas e ingresó en el convento de Santo
Domingo donde hizo el noviciado, los estudios teológicos y
filosóficos, la profesión religiosa y recibió el
sacerdocio.
Estuvo trabajando tres años en la isla de Formosa y en 1629
llegó al Japón, cuando el panorama de la
evangelización era desolador. En sus cartas describe la
situación: numerosos cristianos aterrorizados por los tormentos
que apostataban; agustinos y jesuitas esperaban sentencias de muerte en
la cárcel, los dominicos estaban en vísperas de ser
detenidos. Por ser japonés se movía con relativa
facilidad, pero fue capturado en 1634, cuando iba a ayuda al padre
Jordán Ansalone, gravemente enfermo y a celebrar con él
la fiesta de santo Domingo. Los dos fueron detenidos y paseados por la
calle para escarnio de todos; el padre Tomás por ser
japonés sufrió las torturas del agua ingurgitada,
cañas afiladas en las uñas, horca y hoya. Tras proclamar
su fidelidad a Cristo tras una larga agonía murió. Sus
cenizas fueron esparcidas.