SANTO TOMÁS DE
CANTALUPE
1282 d.C.
25 de agosto
Nació en Hambledon (Buckinghamshire, Inglaterra), era hijo del
barón normando lord Guillermo de Cantelupe, senescal del rey
Juan de Inglaterra. Encomendada su educación primero a su
tío Walter Cantelupe, obispo de Hereford, y luego al arzobispo
de Canterbury el dominico fray Robert Kilwarby, pasó en la
adolescencia a París a estudiar filosofía y de ahí
a Orleans donde se graduó en Derecho civil. Acompañando a
su padre, asistió en 1245, al I concilio de Lyon, donde el papa
Inocencio IV lo ordenó sacerdote y le dio el título de
capellán suyo. Estudió en Oxford donde se doctoró
en Derecho canónico y donde fue profesor de esta materia; en el
1261 fue nombrado canciller de la universidad de Oxford.
Tomó parte en la luchas entre los barones y el rey
Enrique III, y solicitó el arbitrio del rey de Francia. No pudo
evitar una guerra civil, pero al salir victoriosos los barones, le
nombraron canciller del reino de Inglaterra en el 1265. Pero él
no quiso meterse en política y renunció; regresó a
sus clases en Oxford. El papa el beato Gregorio X, le nombró
capellán pontificio, y para que asistiera al II concilio de
Lyon, donde tuvo lugar la unión con el Oriente cristiano. Su
generosidad fue proverbial frente a todos los indigentes que pululaban
en Oxford. Esto hizo que en 1275, se le nombrara obispo de Hereford en
Gales. Después el rey Eduardo, lo eligió como su
consejero. Pasó los 7 años de su episcopado en incesante
actividad pastoral y en continua batalla en defensa de los derechos de
su diócesis, que había pasado un periodo de mal gobierno
y de abandono, sobre todo a causa de la guerra civil.
Murió en Montefiascone donde había apelado
al Papa Martín IV, después de una violenta
discusión con el arzobispo de Canterbury, Juan Peckham, que lo
había excomulgado. El Papa desde el punto de vista
jurídico no pudo darle la razón, y le exhortó a la
paciencia y a la prudencia. No conoció el éxito de su
recurso, así que murió fuera de la comunión
Iglesia. Algunas de sus reliquias fueron llevadas a Hereford, donde
nació un movimiento popular para su canonización,
sostenido por su amigo y sucesor Ricardo Swinfield y apoyado por el rey
Eduardo I; el recuerdo de su santidad y celo personal prevaleció
por encima de su mal carácter y de la excomunión y fue
canonizado en 1320 por el papa Juan XXII.
El Martirologio Romano menciona a Santo Tomás el
día del aniversario de su muerte, pero los canónigos
regulares de Letrán y las diócesis de Birmingham,
Shrewsbury y otras celebran su fiesta el 3 de octubre. Las
diócesis de Cardiff y Salford la celebran el 5 de octubre, y la
de Westminster el 22 del mismo mes.