SANTO TOMÁS,
APÓSTOL
3 de julio
Siglo I d.C.
Apóstol de Cristo. Llamado "Dídimo o Gemelo". Parece que
era galileo, de baja condición. Todo lo que sabemos de él
se encuentra en el Evangelio, donde aparece como protagonista del
episodio de la incredulidad y su sucesiva profesión de fe en la
Resurrección de Cristo (Jn 20, 24 ss.). Todavía en la
última Cena, confesó que no entendía nada cuando
le dijo a Jesús: "Maestro, ni sabemos a dónde vas, ni
sabemos dónde está el camino" (Jn 14, 5-6). Pero a pesar
de la duda, siguió a Cristo fielmente y cuando Jesús
decidió ir a Jerusalén, a pesar de los peligros,
Tomás resolvió la duda de los apóstoles: "Vamos
también nosotros a morir con Él" (Jn 11, 16).
Después de que Jesús resucitó, Tomás, no se
creyó que fuera cierto. Un día, Cristo se apareció
a todos los que estaban reunidos, Tomás también. Cristo
le dijo: “Tomás, ven aquí. Trae el dedo, mételo en
esta mano. Trae el puño, mételo aquí”.
Tomás lo hizo y pronunció su fe: “Señor mío
y Dios mío”.
La tradición antioqueña de su apostolado
misionero en Persia, y sobre todo en la India, proviene de escritos
apócrifos gnósticos: la "Apocalipsis de
Tomás" y los "Hechos de Tomás", que quizá
contengan noticias históricas. La ciudad hindú de
Calamina, donde habría muerto, no ha sido identificada. La
"passio" (del siglo VI) parece confirmada por una inscripción
persa del siglo VII, donde se indica el lugar de su martirio, en el
cual se veneraban sus reliquias, trasladadas más tarde a Edessa
en el 394. Tomás es el santo por excelencia de los cristianos de
rito siro-malabar (en la India) y de los de rito siro-occidental, que
se consideran hijos de santo Tomás. Patrón de Goa, India,
Parma.