SANTOS VALENTINA, TEA
Y PABLO
25 de julio
308 d.C.
En Cesarea
en Palestina, Santos Valentina, Tea y Pablo,
mártires en la persecución del emperdor Maximiano, bajo
el gobernador Firmiliano. La virgen Valentina, que había tirado
a patadas un altar dedicado a los ídolos paganos, después
de varias torturas crueles, corrió al encuentro del Esposo
arrojada al fuego junto a la virgen Tea; Pablo, en cambio, fue
condenado a muerte, después de obtener un breve tiempo para la
oración e implorar con todo el corazón a Dios por la
salvación de todos, recibió la corona del martirio con la
decapitación.