SANTOS TIGRIO Y
EUTROPIO
12 de enero
406 d.C.
Tigrio
era un eunuco (no de nacimiento sino por esclavitud) y antiguo esclavo,
a quien San Juan Crisóstomo amaba mucho por sus virtudes, que
había sido elevado al presbiterado (no era habitual que se
aceptaran candidatos eunucos, pero podía ocurrir) y tenía
trato frecuente con el santo doctor. Eutropio era lector de la iglesia
de Constantinopla; ambos eran leales seguidores de su obispo san Juan
Crisóstomo. Cuando éste fue exiliado los dos fueron
acusados falsamente de haber quemado la catedral y la casa del senado
de Constantinopla y fueron torturados de forma cruel.
Un hereje novaciano, usando su influencia en el magistrado,
había acusado a los católicos. Tigrio y Eutropio, como
allegados de san Juan Crisóstomo, fueron inmediatamente
detenidos, con el fin que informaran al prefecto Optato sobre quienes
eran los culpables. Sin embargo, a pesar de las torturas, ninguno
pronunció una sola palabra que pudiese comprometer a otros.
Eutropio murió a causa de ellas, mientras Tigrio
sobrevivió y fue deportado a Mesopotamia donde murió a
causa de las torturas.