SANTOS RODRIGO Y
SALOMÓN
13 de marzo
857 d.C.
Rodrigo
era natural de Egabra (Cabra, Córdoba) y allí
cursó estudios
eclesiásticos y recibió la ordenación sacerdotal.
Como tantas familias
cordobesas tenía un hermano ferviente musulmán y otro
ferviente
cristiano. Un día que estaban peleándose, Rodrigo, ya
sacerdote, quiso
separarlos y poner paz entre ellos; el hermano musulmán
después de
propinarle un puñetazo, en venganza dijo que Rodrigo,
viéndose a las
puertas de la muerte, se había convertido al Corán, y fue
proclamándolo
por toda la ciudad de Córdoba. Rodrigo se retiró a una
localidad vecina
donde ejerció su ministerio. Un día marchó a
Córdoba para hacer unas
diligencias y allí se encontró con su hermano
musulmán y al verle la
tonsura eclesiástica fue arrestado por su hermano no porque
fuera
cristiano sino por haber traicionado el Corán al que se
creía que se
había convertido.
En
la cárcel se encontró con Salomón, al que no
conocía y se hicieron
íntimos amigos. Salomón estaba en la cárcel por
haberse hecho
cristiano, ya que antes había sido musulmán. Rezaban
juntos, se
animaban el uno al otro, se ayudaban en todo. El cadí
ordenó su
separación en la cárcel y les impidió cualquier
contacto, para minar
así su fe, pero no consiguió nada. El juez quiso
atraérselos con
promesas, pero Rodrigo respondió "haz propuestas, así, a
quiénes buscan
antes conveniencia de esta tierra que felicidad eterna; nosotros
sólo
vivimos en Jesucristo; y morir por El es la mejor ganancia". Murieron
en Córdoba, primero fue decapitado Rodrigo delante de
Salomón, para que
así abjurase, pero fue en vano y Salomón también
murió decapitado y sus
cuerpos fueron arrojados al Guadalquivir, pero sus restos fueron
recuperados milagrosamente. Están enterrados en la
basílica de los
Santos Cosme y Damián de Córdoba. Rodrigo es
patrón de Córdoba.