SANTOS NICOLÁS
Y TRANO
4 de junio
Siglo V d.C.
Cuenta la tradición que en 1227 la Virgen María se
apareció en un sueño a dos monjes franciscanos, a quien
le dio instrucciones para el hallazgo de las reliquias de santos
Nicolás y Trano, anacoretas, que al finales del siglo IV o
principios del siglo V, decidieron retirarse a Luogosanto en la
provincia sarda de Sassari para vivir como ermitaños en una
gruta donde hoy surge el santuario. Cuando murieron se perdió
cualquier rastro de ellos hasta el 1227 por esta aparición
milagrosa de María.
Los monjes franciscanos mientras se encontraban en el campo de
Luogosanto, encontraron los cuerpos de los dos santos. Tras el
reconocimiento de la autenticidad de las reliquias y las contribuciones
de los devotos se erigieron la iglesia.