SANTOS MODESTINO, FLORENTINO Y FLAVIANO
14 de febrero
311 d.C.



   Modestino nació en Antioquía en el seno de una noble familia en el 245. En el 302 fue consagrado obispo de la ciudad y patriarca de la región de Antioquía. Con la persecución de Diocleciano (año 303), se retiró a un eremo en el monte Silpio, en el 310 regresó a su sede patriarcal. Predicó el Evangelio de Cristo y realizó numerosos milagros y curaciones. Fue arrestado y torturado, fue liberado de la prisión por sus fieles de la diócesis.

   Junto con sus colaboradores el presbítero Florentino y el diácono Flaviano se marchó para Italia. Llegaron por vía marítima a Lorcri (en Calabría) donde predicaron el Evangelio, fueron arrestados y encarcelados en Sibari, según la tradición allí fueron liberados por el arcángel San Miguel.

   Por mar llegaron a Puzuoli o Cuma y de aquí marcharon a Irpina, en el lugar de “Abellinum”donde predicaron las enseñanzas de Cristo. Modestino volvió a realizar milagros y curaciones. Aquí fueron arrestados, encarcelados y procesados por un enviado del emperador Majencio, y llevados luego al Pretorio donde sufrieron el martirio. 

   Sus cuerpos fueron recogidos por los cristianos avellinates y sepultados. En 1220 fueron nombrados patronos principales de la ciudad y de la diócesis de Avellino por el obispo Ruggiero. El culto es local.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)