SANTOS MÁXIMO, CLAUDIO,
PREPEDIGNA, CUCÍAS Y ALEJANDRO
18 de febrero
295 d.C.
Se narra
que Claudio fue encargado por el emperador Diocleciano que pidiera como esposa
para su hijo Maximiano, a su sobrina Susana, hija de Gabinio; cuando se encontró
con su hermano, Claudio se convirtió al cristianismo y por su ejemplo
también abrazaron la fe su mujer Prepedigna junto a sus hijos Alejandro
y Cucías.
Después
de algún tiempo llegó junto a Gabinio, Máximo, hermano
de Claudio, y también él abrazó la fe. Los neo convertidos
distribuyeron sus bienes entre los pobres y comenzaron a practicar obras
de caridad. Cuando Diocleciano tuvo noticias de esto, los mandó arrestar
a todos y los exilió a Ostia, donde fueron quemados vivos y sus cenizas
fueron tirados al mar.