SANTOS MÁRTIRES
DE ALEJANDRÍA DE EGIPTO
17 de marzo
392 d.C.
Teófilo, arzobispo de Alejandría, obtuvo un rescripto del
emperador Teodosio, por el cual le autorizaba a convertir el templo de
Dionisio en una iglesia cristiana. Esto produjo motines que trajeron en
consecuencia la muerte de mucha gente. Los rebeldes hicieron su cuartel
general en el gran templo de Serapis, desde donde hacían sus
correrías y se apoderaban de los cristianos, a quienes
inducían a ofrecer sacrificios a Serapis; los que se negaban
sufrían una muerte cruel. El emperador manifestó
admiración por aquellos que habían recibido la corona del
martirio. Para honrar más su gloriosa muerte, perdonó a
los asesinos, pero ordenó que todos los templos paganos en
Egipto fueran destruidos. Cuando se supo esto en Alejandría, los
paganos abandonaron el templo de Serapis, derribaron el ídolo y
lo quemaron. Se le había hecho creer al pueblo que al ser tocado
el ídolo, el cielo se vendría abajo y la tierra
sería un caos. Tan pronto como vieron que nada de esto
sucedía, muchos de los paganos abrazaron el cristianismo. Dos
iglesias fueron construidas sobre el templo de Serapis, uno de los
monumentos más grandes del mundo antiguo.