SANTOS
MARINO Y ASTERIO
3 de marzo
262 d.C.
En Cesarea de Palestina, Santos
Marino, soldado, y Asterio, senador, mártires bajo el
emperador Galieno. El primero, delatado que era cristiano por un
compañero envidioso, profesó su fe ante el juez con
palabras muy claras y, decapitado, alcanzó la corona del
martirio. Asterio, por haber honrado el cuerpo del mártir
extendiendo por debajo la propia veste con que se cubría,
mereció a su vez ser martirizado.