SANTOS JUVENTINO Y
MÁXIMO
29 de enero
363 d.C.
Eran
oficiales del ejército de Juliano el Apóstata; como
criticasen las leyes contra los cristianos y rechazasen sacrificar a
los ídolos, fueron degradados, arrestado, flagelados y
decapitados en Antioquía de Siria. Sobre ellos escribió
San Juan Crisóstomo.
Severo de Antioquía, en un himno que compuso en honor de ellos,
menciona a un tercero, llamado Longino, que murió con ellos,
pero que no forma parte de los inscriptos en el Martirologio.