SANTOS JUAN HOUGHTON,
ROBERTO LAWRENCE Y COMPAÑEROS
4 de mayo
1535 d.C.
En Londres, en Inglaterra, santos Juan Houghton, Roberto Lawrence y
Agustín Webster, presbíteros y mártires, priores
respectivamente de las cartujas de Londres, Beauvalle y Axholme, y san
Ricardo Reynolds, de la Orden de Santa Brígida, todos los
cuales, durante el reinado de Enrique VIII, y después de haber
profesado valerosamente la fe de los Padres, fueron arrastrados vivos
hasta el lugar de su suplicio en Tyburn, donde perecieron ahorcados
juntamente con el beato Juan Halle, presbítero, párroco
de la cercana localidad de Isleworth.
Juan Houghton nació en Essex. Prior de los cartujos de
Londres y como tal fue el primero en oponerse al "Acta de
Sucesión y de Supremacia" de Enrique VIII, dando un ejemplo
de fidelidad a la iglesia católica, por esta fidelidad fue
martirizado en Tyburn, Londres, junto a cuatro compañeros:
Agustín Webster, Ricardo Reynolds, que era brigidiano, Roberto
Lawrence y el sacerdote diocesano Juan Haile. Es el Protomartir de la
Inglaterra reformada.
Los cartujos, fueron monjes muy queridos y no se dedicaron
a ninguna actividad política; recibieron en la cartuja de
Londres la visita de los funcionarios reales que, en base al decreto
emanado, pedían a todos y mayormente, a los religiosos, la
aprobación del divorcio del rey de Catalina de Aragón y
la aceptación como soberana de Ana Bolena. El prior Juan
Houghton y el procurador fueron encarcelados por objetar la legitimidad
del repudio, pero un mes después, convencidos que el juramento
no atañía a su fe, terminaron por jurar y por tanto
fueron liberados. De regreso a la cartuja, convencieron a los monjes de
su argumento y así en 1534 todos juraron delante de los
funcionarios, que había regresado acompañados de
soldados.
La paz tan querida duró muy poco, pues hacia
el final de 1534, un nuevo decreto promulgado del rey y del Parlamento
ordenaba a todos los subditos a separarse de la autoridad del Papa, y
reconocer al rey como jefe de la Iglesia Anglicana también en el
campo espiritual, castigando a quienes no lo aprobaran como traidores
de lesa majestad. Ante esta noticia el prior Juan Houghton
reunió a todos los cartujos y unánimemente se declararon
prontos a morir por la fidelidad a la Iglesia de Roma.
A la cartuja habían llegado Roberto Lawrence y
Agustín Webster, priores de las cartujas de Bellavalle y
Haxholmie, los cuales, conociendo el peligro que corrían los
monjes, de común acuerdo visitaron al vicario del rey
Tomás Cromwell para que convenciera al rey Enrique VIII para que
les eximiera de este juramento que era contrario a su fe, pero
éste indignado los arrestó y los encarceló en la
Torre de Londres como rebeldes y traidores. Una semana después
fueron procesados en Westminster, donde reiteraron su rechazo, fueron
condenados a muerte y nuevamente encarcelados. Allí les
acompañaron otros dos sacerdotes condenados por el mismo motivo:
el brigidiano Ricardo Reynolds y Juan Haile, párroco de
Isleworth.