30 de agosto
El Martirologio Romano recordó
el martirio de estos tres santos el 28 de agosto, colocándolo en Salerno,
durante la persecución de Diocleciano y bajo el procónsul Leonor.
No hay otras noticias documentadas de su martirio, ni hay mayor luz proveniente
de una passio, escrita no antes del siglo. XI. Según Delehaye, Fortunato
sería el mártir mencionado en el Martirologio Geronimiano en
la primera semana. con la indicación topográfica de Cartago,
mientras Gaius y Ante serían, el primero un auténtico mártir
de Ancira en Galacia conmemorado en el mismo martirologio el 31 de agosto,
el segundo en cambio sería asimilado con «Anthineo», nombre
corrupto de Ancira y recordaba el mismo fecha.
Por otra parte, el culto de estos tres mártires es muy antiguo en la ciudad de Salerno, en la que, ya en la primera mitad del siglo. IX, la existencia de una iglesia fuera de las murallas, cerca del río Irno, es el lugar de su martirio. En esta iglesia, que todavía existía en el siglo. XVI, se conservaron las reliquias de los tres mártires, hasta que las frecuentes incursiones de los sarracenos no indujeron al obispo Bernardo, en la primera mitad del siglo. X, para transferirlos a la ciudad, en la iglesia de S. Giovanni Battista. Cuando esto fue demolido para dar lugar al grandioso templo erigido por Guiscardo en honor del Apóstol. Mateo, el arzobispo Alfano I, en marzo de 1081, los colocó en la cripta de la misma, debajo del altar, que dedicó a los mismos mártires. La inscripción de mármol original, que cubre el nicho donde se colocaron las reliquias, sigue siendo un documento precioso de esta nueva traducción. Esta inscripción, con las respectivas urnas de las reliquias, se encontró en 1954, cuando el arzobispo de Salerno Demetrio Moscato, para una mejor disposición del altar, procedió a un reconocimiento canónico de las reliquias. El culto a los tres mártires y la presencia de sus reliquias en Salerno también están atestiguados por documentos del siglo. X, de las Burbujas de León IX y Alejandro II, de los himnos que Alfano compuse en su honor y de la misma toponimia medieval, que había nombrado una de las puertas de la ciudad al mártir Fortunato. El propio de los Santos de la Iglesia de Salerno los recuerda el 30 de agosto con el grado litúrgico de 'celebración'.
Por otra parte, el culto de estos tres mártires es muy antiguo en la ciudad de Salerno, en la que, ya en la primera mitad del siglo. IX, la existencia de una iglesia fuera de las murallas, cerca del río Irno, es el lugar de su martirio. En esta iglesia, que todavía existía en el siglo. XVI, se conservaron las reliquias de los tres mártires, hasta que las frecuentes incursiones de los sarracenos no indujeron al obispo Bernardo, en la primera mitad del siglo. X, para transferirlos a la ciudad, en la iglesia de S. Giovanni Battista. Cuando esto fue demolido para dar lugar al grandioso templo erigido por Guiscardo en honor del Apóstol. Mateo, el arzobispo Alfano I, en marzo de 1081, los colocó en la cripta de la misma, debajo del altar, que dedicó a los mismos mártires. La inscripción de mármol original, que cubre el nicho donde se colocaron las reliquias, sigue siendo un documento precioso de esta nueva traducción. Esta inscripción, con las respectivas urnas de las reliquias, se encontró en 1954, cuando el arzobispo de Salerno Demetrio Moscato, para una mejor disposición del altar, procedió a un reconocimiento canónico de las reliquias. El culto a los tres mártires y la presencia de sus reliquias en Salerno también están atestiguados por documentos del siglo. X, de las Burbujas de León IX y Alejandro II, de los himnos que Alfano compuse en su honor y de la misma toponimia medieval, que había nombrado una de las puertas de la ciudad al mártir Fortunato. El propio de los Santos de la Iglesia de Salerno los recuerda el 30 de agosto con el grado litúrgico de 'celebración'.