SANTOS FACUNDO Y
PRIMITIVO
27 de noviembre
300 d.C.
Nacidos en León, fueron decapitados en el río Cea, donde
hoy surge la ciudad de Sahagún ("San Facún"). Según la
«Passio» vivieron en Galicia, cerca del río
Cea y fueron martirizados «sub Attico et Pretextato consulibus»
(bajo el consulado de Ático y Pretextato), un título que
puede designar tanto al presidente como al juez. Enseguida Ático
es presentado como juez, que dirige el interrogatorio y decide el
martirio, no habiendo podido convencerlos de ofrecer sacrificios en el
altar de las divinidades imperiales. La Passio, sin embargo,
tiene un carácter puramente legendario; fue redactada
recién a mediados del siglo X, y depende claramente de las
pasiones de la santos Justo y Pastor, Emeterio, Celedonio, Vicente, y
especialmente de la de san Félix de Gerona, así como
también el himno «Fons Deus aeternae pacis»
(Dios fuente de eterna paz), composición en honor de Facundo y
Primitivo, depende del himno «Fons Deus vitae perennis»
a san Félix.
Viejos pergaminos -que
hicieron tradición e historia- nos dan fe que, arrojados al
río Cea los restos de san Facundo y san Primitivo, algunos
cristianos que habían presenciado su martirio y sus milagros,
bajaron buscándolos río abajo, hasta encontrarlos en un
lugar inhabitado, donde el río hacía un recodo y donde el
caudal de su corriente los había dejado entre mimbreras y
espadañas. Precisamente allí y donde -algún
día- habría de surgir la abadía y la Villa de
Sahagún, dieron sepultura aquellos cristianos a los
mártires de Cristo.