SANTOS CIRO Y JUAN DE
ALEJANDRÍA
31 de enero
303 d.C.
Ciro
era un médico de Alejandría a quien el ejercicio de su
profesión había dado múltiples ocasiones de atraer
a los paganos a la fe de Jesucristo. Juan, que era árabe, al
saber que una dama llamada Anastasia y sus tres hijas eran torturadas
en Canopo de Egipto, por el nombre de Cristo, fue a dicha ciudad para
animarlas a sufrir, acompañado de Ciro. Ambos fueron
aprehendidos y cruelmente golpeados; los verdugos les quemaron los
costados con antorchas encendidas y echaron sal sobre sus heridas, en
presencia de Anastasia y sus hijas, quienes fueron también
torturadas. Finalmente, las cuatro mujeres fueron decapitadas, mientras
que a Ciro y Juan se les cortó la cabeza algunos días
más tarde, el 31 de enero.
En
Italia, el nombre deformado de Sant’Abba Ciro, convertido Appaciro,
Appacero, luego Pacero, dio nacimiento a una santa inmaginaria: santa
Pacera o Passera. Las Iglesias siria, egipcia, griega y latina veneran
la memoria de los mártires.