SANTOS BORIS Y GLEB
24 de julio
1015 d.C.
Hijos de san
Vladimiro, duque de Kiev. Llamados en su bautismo Romano y David. Se
lanzó con gran celo a la evangelización. Pero a la muerte
de su padre, resultó que dividió el ducado entre sus doce
hijos. Uno de ellos, Sviatopolk, quiso quedarse con la herencia paterna
y para ello pagó a sicarios para que asesinaran a sus hermanos.
Boris y Gleb no
quisieron oponer violencia con violencia y por ello murieron en 1015.
Boris, príncipe de Rostov, de vuelta de una expedición
contra las tribus nómadas de los pechenegos, renunció a
oponerse al hermano mayor y fue abandonado por su ejército.
Murió junto a Pereislavia. Gleb fue asesinado a traición
durante su viaje de vuelta a Kiev, en Smolensko.
Pero en el 1019, Jaroslav, el primogénito de Vladimir y
príncipe de Novgorod, venció a Sviatopolk y se
apoderó de Kiev, a la que gobernó por 35 años. Al
año siguiente, es decir, en 1020, hizo trasladar los cuerpos de
Boris y Gleb a la iglesia de San Basilio en Visgorod, y fomentó
su culto y consideración como mártires, por la
trágica muerte que padecieron.
En el siglo XII el metropolita griego de Kiev realizó la
canonización formal de los dos príncipes; la Iglesia
católica los ha aceptado en su calendario porque vivieron antes
del cisma. Boris es el patrón de Moscú. En Occidente son
conocidos como Román y David.