SANTOS ACISCLO DE
CÓRDOBA Y VICTORIA
17 de noviembre
303 d.C.
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Estamos en Córdoba en el año 303. El pretor Dión
mandaba en la ciudad y eran tiempos de los emperadores Diocleciano y su
amigo Maximiano. Es la décima persecución contra los
cristianos. España estaba ya en gran parte cristianizada.
Córdoba contaba
ya con muchos fieles. Dos hermanos, Acisclo y Victoria, eran conocidos
por su caridad y su entrega a los pobres y marginados. El gobernador
Dion los denunció por rebeldes a las leyes imperiales. Victoria,
tranquila y serena, le dijo al gobernador:" Me harás un gran
favor si cumples en mí las amenazas que me has lanzado. Vale
más morir por Cristo que por todas las promesas que me haces".
Los encerraron en los calabozos para hacerles nuevos interrogatorios.
Después de desgarrarles sus pies, los echaron al fuego. Victoria
gritaba y le cortaron la lengua y a Acisclo el cuello.
Si bien es cierto que Acisclo fue mártir en Córdoba,
según menciona Prudencio, hasta varios siglos más tarde
no entrará Victoria, que en realidad es una mártir de
Hierápolis y su fiesta se celebraba el 17 de Noviembre, pero que
Baronio, haciendo caso de unas fabulosas Actas, los
incluyó juntos en el Martirologio
Romano. Son patrones de Córdoba.