SANTOS ABDON Y SENEN
30 de julio
254 d.C.
Mártires que eran hermanos. Eran dos nobles persas que fueron
llevados prisioneros a Roma, donde se dedicaron al servicio de los
cristianos detenidos y a darles sepultura. Algunos autores
sitúan su martirio durante la persecución de Decio, otros
durante la de Diocleciano.
El emperador mandolos
prender y guardar con otros persas que había cautivado, entrando
con ellos en Roma con gran magnificencia. Después hizo que
Claudio, pontifico del Capitolio, exhortase a Abdón y a
Senén a que adorasen los ídolos; mas los santos, con gran
resolución, le respondieron que sólo a Jesucristo
reconocían por Dios, y a El le habían ya ofrecido el
sacrificio de si mismos. Azotáronlos cruelmente con plomadas, y,
desnudos en el anfiteatro, soltaron contra ellos tres leones feroces,
Ios cuáles se echaron a los pies de los santos mártires.
El juez Valeriano, atribuyendo este milagro a arte mágica,
mandó que allí los despedazaran, y sus almas subieron al
Cielo. Fueron sepultados en el
cementerio Ponciano de la vía Portuense de Roma.