SAN TIPASIO
11 de enero
297 d.C.
La
leyenda señala que Tipasio era soldado, y que se retiró
de la carrera militar para consagrarse, como cristiano, a la vida
eremítica en la provincia oriental de Mauritania, concretamente
en los alrededores de la ciudad de Tigava, donde había un
campamento militar.
Sin embargo, fue reclutado nuevamente pero se negó -llevado por
su fe- a aceptar el dinero de paga que ofrecía el emperador.
Esto le valió ser amenazado de muerte, pero como predijo que el
emperador Maximiano iba a tener una victoria, se le conmutó la
pena. Cuando le tocó el turno a sacrificar a los dioses de Roma
como parte de su vida militar, se negó nuevamente, alegando su
fe, y esta vez sí fue ejecutado.