SAN TEOBALDO ROGGERI
1 de junio
1150 d.C.
Nació en Vicoforte, actualmente Vico, en la provincia de Asti,
en el seno de una familia de la pequeña nobleza local. Parece
que cuando contaba 12 años, se quedó huérfano,
dejó Vico y se trasladó a Alba donde se ocupó del
taller de un zapatero para aprender el oficio, se estableció con
la familia de su patrón para vivir una vida humilde entre los
pobres. Después de la muerte de su benefactor, que había
esperado verlo casado con su hija Virida, Teobaldo dejó Alba no
sin procurar medios necesarios para vivir a la familia con la que
había vivido durante casi diez años. Peregrinó a
Santiago de Compostela, mendigando de puerta en puerta.
Regresó a Alba y eligió el oficio de
barrendero, considerado el oficio más humilde y lo poco que
ganaba se lo daba a los más pobres que él. Arrepentido
por reaccionar indignado ante una ofensa recibida, quiso expiar su mal
humor durante toda su vida, por ello se fue a dormir sobre la
escalinata de la iglesia de San Lorenzo donde sirvió como
sacristán en las horas libres que le dejaba su trabajo de
mozo.
Una noche que había ido a visitar a la viuda del
zapatero, tuvo un fuerte dolor que le llevó a la muerte.
Según sus deseos fue sepultado en el espacio comprendido entre
las dos iglesias de San Lorenzo y San Silvestre. Su tumba fue meta de
peregrinaje y de varios milagros, pero con el transcurrir del tiempo
fue olvidada. Pero en 1429 fue descubierta por inspiración por
el obispo de Alba, Alerino dei Rembaudi y en 1841, su culto fue
reconocido oficialmente por la Santa Sede, siendo pontífice
Gregorio XVI.