SANTA VIRIDIANA
ATTAVANTI
1 de febrero
1242 d.C.
Nació en Castelfiorentino, Toscana. Pertenecía a la noble
familia de los Attavanti; al quedarse huérfana, tuvo que
trasladarse a casa de un tío mercader que, al comprobar su
inteligencia, la nombró administradora de sus bienes. Se cuenta
que de lo ganado en un día lo gastó todo en
dárselo a los pobres, pero la Providencia mantenía
intactos los almacenes de su tío, mientras ella daba de comer a
todos los necesitados.
Sintió la
llamada de la soledad y de la penitencia y, para estar segura de ello,
marchó en peregrinación a Santiago de Compostela y
después a Roma. De esta forma reafirmó que su camino
estaba en la soledad y se encerró en su pueblo, en un oratorio
dedicado a San Antonio Abad. En esta celda pasó 34 años
de su vida dedicada a la oración y contemplación,
así como a la ayuda a los pobres a los que ayudaba con las
limosnas que le entregaban sus vecinos. Muchos se acercaron a pedirle
consuelo, consejos y oraciones (San Francisco de Asís fue
uno de sus visitantes, y se dice que ingresó como terciaria
franciscana). Su fama de santidad se extendió por toda Italia.
La Orden de Vallumbrosa la tiene inscrita en su santoral ya que se dice
que perteneció a esta Orden, de hecho se la rafigura con el
hábito vallumbrosiano. Su culto fue aprobado por Clemente VII en
1533. Patrona de Castelfiorentino y de Florencia.