SANTA VICENTA GEROSA
28 de junio
1847 d.C.
Se Llamaba
Maria Catalina Francisca Gerosa, y había nacido en Lovere.
Tenía una villa en esta ciudad, y junto a su hermana Rosa, no
tenían ninguna intención de hacerse religiosas, pero
pensaron en convertir su casa en un centro benéfico: un
hospital. Para ello llamaron a una muchacha, más joven que
ellas, santa Bartolomea Capitano, quién, al hacerse cargo de la
parte administrativa del hospital, pensó en hacer una
asociación benéfica entre el hospital y la escuela, y
para ello habló con Catalina, la cual aceptó.
Se fundó así la Congregación de la
Caridad de María Niña de Lovere (María Bambina).
Cuando entró en el Instituto, tomó el nombre de Vicenta.
Con sólo 26 años en 1833 muere Bartolomea Capitanio: su
muerte pareció comprometerlo todo; pero Vicenta recibió
consejos para continuar y fue así como superando una a una las
dificultades de las diversas aprobaciones del gobierno austríaco
y de la Iglesia, el 25 de marzo de 1835 se pudo proceder a la
vestición en el nuevo Instituto. Desde entonces el Instituto se
difundía y las casas se multiplicaban. La gran prueba del
cólera en 1836 reveló al pueblo a aquellas nuevas
hermanas como verdaderos ángeles de caridad. Sólo en 1841
pudo tener lugar la ceremonia de la profesión religiosa.
Vicenta Gerosa viene a ser la primera en el Instituto de
las Hermanas de la Caridad de María Niña. No quiso asumir
el título de superiora, sino de hermana mayor. Redactó
con particular sabiduría las Constituciones del Instituto
pensando en la formación espiritual e intelectual de las nuevas
hermanas. Sin grandes dotes de ingenio, sin gran cultura, Sor Vicenta
Gerosa fue una maravillosa directora de espíritu y una
hábil organizadora.
Ella conocía al Crucificado, es decir, conocía el secreto
del sacrificio, de la paciencia, por lo cual la serenidad y la
confianza la acompañaban constantemente. Decía: "Quien
ignora el crucifijo no sabe nada; quien conoce el crucifijo lo sabe
todo". Fue canonizada por SS Pío XII el 18 de mayo
de 1950.