SANTA TROFIMENA
5 de noviembre
Siglo IV d.C.
Santa
siciliana que se confunde con su homóloga de Patti (Messina)
santa Febronia, y que se venera en Minori (Salerno) en la costa
amalfitana. La hagiografía y la leyenda dicen que era una
adolescente de 12 o 13 años que murió mártir a
manos de su padre, porque deseosa de bautizarse y de abrazar la fe
cristiana, tuvo una visión de un ángel que le
anunció su consagración a Cristo y su inminente martirio;
ella se mostró contraria a los esponsalicios que le
habían preparado su familia. Su cuerpo fue introducido en una
urna y tirado al mar, las corrientes lo llevaron hasta las costas
salernitanas, a Minori. La urna encontrada por la población
minorense construyó una iglesia, que le dedicaron, en el lugar
donde fue encontrada. Es patrona de Minori.
Otra versión
dice que se trataba de una joven muchacha originaria de Patti
(Sicilia). Sin embargo otras versiones afirman que huyó de Patti
para no tener que cumplir el edicto de sacrificar a los dioses. Se
embarcó rumbo al norte de Italia y no debió llegar muy
lejos, ya que murió durante la travesía y su cuerpo fue
desembarcado y enterrado en Minori, como decíamos.
Como se puede ver, una
versión la hace mártir y otra no, aunque la que predomina
popularmente es la primera. Como en Patti se venera a santa Febronia,
mártir de Nisibe, empezó a confundirse una con la otra,
de suerte que Trófima-Trofimena empezó a ser llamada
también Febronia y a menudo los devotos no distinguen una de
otra en la iconografía. Las dos ciudades, Patti y Minori, de
hecho están hermanadas y consideran que veneran a la misma
Santa. Incluso los inmigrantes de Minori en Nueva York han instalado el
culto en su propio barrio y tienen una réplica con la que hacen
fiestas y procesiones los mismos días, lo que evidencia que la
veneración a esta supuesta mártir sigue muy activa hoy en
día.
Algunos estudiosos también han sugerido que podría ser la
misma Febronia de Nisibe, pero dada la inexistencia de esta
mártir oriental es más conveniente distinguirlas.
Realmente las reliquias de Trofimena están presentes en Minori
desde el siglo IX, por lo que eso da cierta autenticidad a la
existencia de esta persona, aunque no haya la menor certeza acerca de
su vida y martirio.