SANTA TERESA DE
PORTUGAL
17 de junio
1250 d.C.
Infanta de
Portugal. Nació en Coimbra, Portugal. Hija de Sancho I y
doña Aldonza de Aragón. Hermana las beatas Sancha y
Mafalda. Se casó en 1191, con su primo Alfonso IX de
León, del que tuvo tres hijos. Su marido estuvo la mayor parte
del tiempo en guerras de reconquista y ella intentó ser una
buena reina y madre de familia.
Su matrimonio fue anulado por el Papa, al haber
consaguinidad, con lo cual volvió a Portugal, pero se le
reconocieron los derechos de sucesión a su hijo Fernando y a sus
dos hijas. Su hijo murió prematuramente, y tuvo que soportar en
silencio su muerte. Sus dos hijas, Sancha y Dulce, renunciaron a sus
derechos y se hicieron religiosas. Al regresar a Portugal, Teresa
descubrió en Lorvâo, donde tenía propiedades, un
monasterio de benedictinos con muy escasos monjes, quienes, por
negligencia, habían dejado de observar sus reglas. En
consecuencia, Teresa hizo retirar a los frailes y puso en su lugar a
una comunidad de monjas de la regla del Císter. Teresa
reparó y amplió el edificio para acomodar a 300 monjas y
reconstruyó la iglesia.
A pesar de que se quedó en el convento y tomaba
parte activa en la vida de las religiosas, no hizo profesión
para tener la libertad de administrar la casa y de ir y venir cuando
quisiera. Al enterarse de la muerte de su hermana Sancha, Teresa
acudió al monasterio de Celias, el que había fundado
Sancha, por la noche y sin anunciarse, para llevarse sigilosamente el
cadáver de su hermana, que yacía dentro del
féretro en el coro de la iglesia, y sepultarlo en Lorvâo.
La última de las apariciones de Teresa en público,
ocurrió dos o tres años más tarde. Colaboró
con doña Berenguela, la madre de san Fernando III, a la
unión de Castilla y de León, y evitando una guerra civil.
Al partir, declaró que ya estaba cumplida su tarea en este mundo
y que ya nunca volvería a salir del convento. Posiblemente
fue por entonces cuando se decidió a tomar el velo, donde se
entregó a la practica de todas las virtudes y a la vida sencilla
y humilde en los trabajos más humildes del monasterio.
Vivió hasta el año de 1250 y, a su muerte, fue sepultada
junto a la beata Sancha.
El culto fue aprobado en 1705. Aunque formalmente sólo ha sido
beatificada, se la encuentra indistintamente nombrada como beata o como
santa, e incluso el Martirologio Romano actual la llama
"santa", si bien acompaña el título con el asterisco que
indica que se trata de un Beato.