SANTA TARSICIA
15 de enero
600 d.C.
Se
cree que era sobrina de Clotario II y hermana de san Ferreol de
Uzés. Vivió como reclusa en Rodez, donde se la venera.
Otros relatos la consideran mártir. También se cree que
era la hija pequeña de santa Clotilde, pero por las fechas es
improbable.
La leyenda local de la
santa cuenta que desde muy joven se consagró Tarsicia al
servicio de Dios. Para adquirir libertad, renunció a las
ventajas de una casa opulenta, y por una inspiración del
Espíritu Santo, abandonó su tierra. Despues de varias
peregrinaciones llega a Rouergue, y se asentó en la parroquia de
Rodelle, en el bosque, en soledad, aislada de todo contacto con el
mundo. Se dice que el Señor la alimentaba cada día
milagrosamente: una cabra venía a horas fijas a darle leche.
La Santa pasó muchos años en soledad, hasta que un
día se abrió el cielo, brilló una gran luz y se
encontró el cuerpo de Tarsicia sin vida, que exhalaba un
exquisito olor. Fue transportada a Rodez por el obispo y su clero, y el
concurso de gran parte del pueblo. Las reliquias fueron objeto de
veneración, especialmente en el monasterio de Saint-Sernin, en
Rodez, hasta la Revolución Francesa. Para evitar la
profanación, las reliquias fueron guardadas, y más tarde
vueltas a exponer en un rico relicario en la catedral de Rodez. Tiene
culto local.
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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)