SANTAS 40 MUJERES
MÁRTIRES EN HERACLEA DE TRACIA
19 de noviembre
312 d.C.
La “Passio”
nos dice que el jefe de este numeroso grupo de mujeres, fue el
diácono san Amón, maestro y promotor de su
conversión al cristianismo. En tiempos del del
emperador Constantino, estaba asociado en el gobierno del Imperio de
Oriente Licinio Valerio Liciniano y la persecución contra los
cristianos, cesó definitivamente con el Edicto de Milán
en el 313 y firmado por los dos emperadores, no era todavía una
realidad; Licinio mandó como funcionario a Berea a Baudo, el
cual nada más llegar, recibió una denuncia contra Celsina
priora y las cuarenta vírgenes y viudas reunidas con ella en una
comunidad monástica.
Celsina después de un interrogatorio en el cuan fingió
que se sometía a la voluntad del funcionario pagano, se
retiró en oración, exhortada a perseverar por el
diácono san Amón su guía espiritual. Durante el
segundo interrogatorio y presente toda la comunidad de monjas, los
ídolos se derrumbaron y el sacerdote de Zeus, levantado en el
aire por un ángel de fuego y mientras Amón y las 40
mujeres se retiraban, él se precipitó al suelo.
Baudo enfurecido, hizo torturar a san Amón y después de
un hecho milagroso las liberó y envió a todo el grupo a
Licinio en Heraclea, donde las vírgenes vieron las reliquias de
santa Gliceria, después patrona de la ciudad. El emperador
ordenó que fueran enviadas a las fieras, pero los animales no
quisieron tocarlas, entonces mandó matar al diácono
Amón, las vírgenes encabezadas por Celsina y las viudas
por la diaconisa Lorenza, fueron martirizadas con toda suerte de
terribles tormentos.