SANTA RADEGUNDA
13 de agosto
587 d.C.
Reina de
los francos. Nació en Erfurt, Turingia. Hija del rey pagano de
Turingia, Bertario, cuyo asesinato fue vengado por el rey Clodoveo I.
Este hizo bautizar a Radegunda cuando tenía dos años, la
educó y la casó con Clotario I; a causa de los maltratos
que la produjo, entre ellos, el asesinato de su hermano, le
obligó a abandonarlo y entrar en un convento, cuando
todavía no había muerto su marido, pero que ya la
había repudiado.
Según otra tradición Radegunda fue desde niña
rehén del rey Clotario I, quien la hizo criar en Athiens y luego
en 540, la forzó a casarse con él. Después del
asesinato de su hermano huyó del palacio real con la
protección del obispo San Medardo de Noyón.
San Medardo le concedió el velo como religiosa,
después de que ella se lo pidiera, y según la
tradición la consagró diaconisa. Fundó el convento
de Santa Cruz en Poitiers, donde vivió los treinta
últimos años de su vida; llegando a ser esta
abadía un centro de cultura y oración. Radegunda impuso a
las religiosas la regla de san Cesáreo de Arles, que se trajo
después de un viaje a Arles. Tuvo como discípula a su
hija adoptiva santa Inés de Poitiers, a la que nombró
abadesa, y como director espiritual a san Venancio Fortunato, al que le
pidió que compusiera el “Pangelingua”. Por humildad no quiso
aceptar el cargo de abadesa. Los últimos años de su vida
hizo tapiar su celda y sólo se comunicó con el mundo a
través de una pequeña ventana. A su muerte San Gregorio
de Tours presidió sus funerales. Su vida está llena de
relatos y milagros fantásticos. Patrona de Poitiers.