SANTA ORIA
11 de marzo
1070 d.C.
Oria
Áurea
nació en Villavelayo (La Rioja), y era hija de García
Nuño y santa Amunia (cuya festividad también se celebra
este día). Oria, bastante jovencita, ingresó en el
monasterio benedictino de San Millán de la Cogolla, como otras
muchas jóvenes de su época, que se acogían a la
dirección de los monjes del monasterio. En aquel tiempo era
abad, santo Domingo de Silos. Gonzalo de Berceo nos narra este
encuentro de los dos santos: Oria de rodillas ante Domingo: "Sennor,
Dios lo quiere, tal es mi voluntat, prender orden e velo, vivir en
castidat, en rencón encerrada yacer en pobredat, vivir de lo que
diera por mí la christiandat".
Después
de encargarle el prior que pensase mucho el paso que iba a dar, y de
insistir Oria en su empeño, Domingo accedió y le dio el
hábito. Eran tiempos de heroicidades. Había personas que
no se contentaban con encerrarse en un monasterio. Querían
todavía mayor rigidez. Se encerraban en celdas
increíblemente pequeñas, donde a veces no cabían
de pie, para no salir más (sólo abrían un
ventanillo que diera al altar). A veces acudían gentes a
pedirles consejo, pero normalmente su soledad era total. Las mujeres
fueron las que más lo practicaron. Se llamaban "emparedadas".
Así vivió Oria durante toda su vida. Sufrió
grandes tentaciones del diablo, pero todo lo supero con la
oración, la lectura de las Escrituras y de las vidas de los
santos. "la su oración horadaba los cielos". Murió a los
26 años. Su madre al quedarse viuda se unió a su hija
como reclusa bajo la obediencia del abad de San Millán de la
Cogolla.